Paseo de los Justos, en honor a los no judíos que se arriesgaron durante el Holocausto

22/Mar/2022

La Capital, Rosario (Argentina)

La Capital, Rosario (Argentina)

El Paseo de los Justos entre las Naciones, en honor a las personas no judías que arriesgaron sus vidas para salvar judíos durante el Holocausto ya tiene su lugar en la ciudad de San Lorenzo (Provincia de Santa Fe), tras la inauguración encabezada por el intendente Leonardo Raimundo. El memorial, gestado a partir de una iniciativa conjunta entre la Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina (Daia) y la municipalidad de San Lorenzo, está situado en el extremo norte de la plazoleta de las Islas Malvinas, sobre la costanera norte.

El espacio cuenta con placas en las que están inscriptos los nombres de los italianos Gino Bartali, Clelia Caligiuri y Otello Guidi (se les irán sumando más “justos”) junto a códigos QR con links a sus historias de arrojo y heroísmo. Además hay vegetación, un sendero y asientos, con el río Paraná de fondo.

Junto al mandatario local estuvieron el presidente de la filial rosarina de la Daia, Gabriel Dobkin; el secretario de Gobierno, Alejandro Cabral; la secretaria de Coordinación General, Andrea Soria y el subsecretario de Derechos Humanos y Defensa del Consumidor, Fernando Dagatti.

En agradecimiento al intendente Raimundo, Dobkin expresó: “Cuando le presentamos el proyecto, no dudó un minuto en apoyarlo y concretarlo. Este no es sólo un espacio de memoria y recuerdo de los momentos más oscuros de la humanidad, sino que además es nuestro deseo que se convierta en un lugar donde la educación de los valores más importantes de la vida pueda ser reflejada”.

Por su parte, el jefe del Ejecutivo sanlorencino manifestó: “Los agradecidos somos nosotros. Este es un hermoso lugar junto al río, al que viene la gente, y ahora también es un lugar de reflexión y de agradecimiento a todas esas personas que hacen que la idea de humanidad sea aplicada a los hombres y las mujeres del mundo”.

El por qué del nombre Justos de las Naciones, se debe a que es una expresión del judaísmo empleada para referirse tradicionalmente al conjunto de aquellas personas de confesión no judía o extranjeros que merecen consideración y respeto por observar una conducta moral acorde con los siete preceptos de las naciones y a los que, según esta creencia, les espera una recompensa divina.

Tras la constitución del Estado de Israel, esta expresión también designa de manera oficial a un programa de reconocimiento y distinción aprobado mediante una ley de 1953 por el Knéset o Parlamento israelí.

Fue desarrollado a partir de 1963 por Yad Vashem, institución creada para honrar a las víctimas y a los héroes del Holocausto, con el objeto de rendir el máximo honor a aquellas personas que, sin ser de confesión o ascendencia judía, prestaron ayuda de manera altruista y singular a las víctimas, por su condición de judíos, de la persecución emprendida por el régimen nacionalsocialista del Tercer Reich alemán y otros afines en Europa con anterioridad y durante la Segunda Guerra Mundial.

Estas personas reciben el título de “Justo de las Naciones” que se les otorga, junto con otros privilegios, en nombre del Estado de Israel y del “pueblo judío”, en forma de un diploma certificado y de la denominada “Medalla de los Justos”, en la cual una inscripción remite a una frase del Talmud que simboliza la fe en la humanidad: “Quien salva una vida salva al mundo entero”.